Ayer poco antes del anochecer, descargó la tormenta
que el cielo llevaba prometiendo toda la tarde.
En un rato cayeron once litros y después se ha pasado
toda la noche lloviendo y tronando.
Han sido tantas las semanas de calor y cielo azul
que al ver de repente tanta agua, uno se siente
un poco mareado. Será por el exceso de ozono.