Al entierro de sus cenizas en Agosto, acudió muchísima gente.
Juan nunca fué ni huraño ni esquivo:
En su modestia, era la persona más afable de la comarca,
un conversador antipolémico y fuente de valiosa
información sobre los modos de vida de antaño.
Juan, además, fué el último habitante de Avellanosa.
Juan, además, fué el último habitante de Avellanosa.
Abandonó el pueblo en 2000 y
ha vivido en Belorado estos últimos años.
ha vivido en Belorado estos últimos años.
Tras su marcha, el pueblo estuvo un invierno
con todas las casas cerradas.
con todas las casas cerradas.
En septiembre de 2001 llegó este colono apicultor,
y poco después el ermitaño José, que permaneció aquí
ocho años, antes de irse para ingresar en un convento.
Juan Luis, que ya conocía la aldea,
vino a instalarse en 2003.
vino a instalarse en 2003.
Hasta aquí la evolución humana de
Avellanosa en la última década.
(Hice una pirámide poblacional, pero no se tenía en pié.)